Unidad 2 .Análisis del texto argumentativo como fuente de información y de expresión de ideas nuevas. 2.1 Comprender e interpretar textos argumentativos, mediante la identificación de sus funciones, estructura y elementos.
Unidad 2. Análisis del texto
argumentativo como fuente de información y de expresión de ideas nuevas.
2.1 Comprender e interpretar textos
argumentativos, mediante la identificación de sus funciones, estructura y
elementos.
A. Distinción entre la oralidad y
escritura.
Las
diferencias entre la oralidad y la escritura son varias. Entre ellas se
encuentran como punto de referencia la naturaleza de ambos discursos, ya que
esto es lo que los vuelve distintos. Por lo tanto podemos decir que la
oralidad tiene las siguientes:
Diferencias contextuales
· Actual: se
da en el aquí y el ahora.
·
Modificable: el
mensaje y su intención se pueden rectificar en el momento, porque los
participantes pueden plantearse dudas y hacer correcciones.
·
Cambiante:
porque siempre se encuentra en movimiento y en continuo cambio. Siendo ésta la
verdadera forma en que podemos comprobar la vitalidad de una lengua y su
evolución. Sin la oralidad el lenguaje muere.
· Influenciable:
esta característica se da porque el entorno la influye y modifica. Esto puede
ocurrir por la cultura, la geografía, la sociedad y sus estructuras (clases
sociales).
De
manera que si la oralidad tiene estos elementos, la escritura se caracteriza
por los siguientes diferencias:
·
Es
permanente: es decir, que permanece como se escribió.
Por lo tanto el mensaje queda de la forma en que se redactó y no se puede
modificar.
· Interpretable:
al
quedar escrito, el texto forma su propia realidad por lo cual está sujeto a la
interpretación del lector, sin que el autor tenga ya tampoco injerencia en el
mensaje.
·
Es
la norma del lenguaje: esto ocurre porque al quedar escrito de
forma permanente, es la muestra del lenguaje que se puede estudiar, analizar e
ir modificando, pero muy lentamente.
Diferencias textuales
Por
las características ya mencionadas entre ambos discursos, aunque se debe cuidar
el uso de ambos, la realidad es que, quien más sufre la normativa del lenguaje
es el discurso escrito. Por esta razón deben cuidarse especialmente estos elementos.
-Adecuación: cuidar
que el escrito corresponda por su estructura al tipo de texto que se quiere
desarrollar, pues hay diferencias entre ellos. Por ejemplo en el caso de un
texto narrativo frente a uno científico o argumentativo.
-Coherencia: cuidar
de desarrollar el tema de manera coherente con su estructura (introducción,
desarrollo, etc.), procurando que las ideas principales queden adecuadamente en
párrafos bien definidos.
Cohesión: el
escritor debe cuidar que en el texto no se revuelvan las ideas que debe desarrollar,
ni pasar de un párrafo a otro sin haber terminado el asunto que se está
tratando. Por esta razón es importante hacer una buena introducción para no
perder el hilo de la redacción. También usar las frases adecuadas para cada
parte de la estructura.
- Sintaxis (léxico): ésta es la parte que más
dificultades implica en cuanto a la escritura, ya que al quedar el texto fijo y
sujeto a la interpretación del lector, su redacción debe tratar de ser lo más
clara posible. Para lograr esto, se debe recurrir a un léxico adecuado a cada
tipo de texto, y sobre todo tener cuidado con la ortografía pues no escribir
una palabra de forma correcta, o no usar correctamente los signos de
puntuación, mayúsculas, etc., puede cambiar incluso el significado de un
mensaje. Ejemplo:
No
es lo mismo escribir:
No iré mañana.
Que
redactar:
No, iré mañana.
Recursos de la expresión oral
Por
las razones antes mencionadas la escritura y la oralidad son muy distintas. La
escritura tiene particularidades que le son propias y la oralidad también. En el
caso específico de este discurso podemos encontrar los:
Actos del habla:
éstos tienen que ver sobre todo con el lenguaje oral, pues impactan los
mensajes y la recepción de los mismos. Se componen de tres actos que son los
siguientes:
Acto locutivo:
éste consiste en decir algo. Por ejemplo: “dame las llaves”.
Acto ilocutivo: es
la intención que se tiene al hablar. Por ejemplos: pedir, interrogar,
agradecer, felicitar, etc.
Acto perlocutivo: son
los efectos o consecuencias que se logran o persiguen con los actos ilocutivos.
En ocasiones se cumplen o no. Por ejemplo sí se obtiene la información que se
buscaba cuando se hace una pregunta o si se obedece una orden dada.
También
en la oralidad se debe tomar en cuenta que, cuestiones como el volumen de voz, la modulación, el tono y la dicción entre otros, pueden
modificar el mensaje de manera parcial o total. Aunque como ya se mencionó, la
oralidad cuenta con la ventaja de que se puede interrogar o plantear dudas
sobre el mensaje.
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